Cómo lavar una mochila: Una guía definitiva

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Aunque una buena mochila para portátil es una inversión importante, también es importante cuidarla bien para poder utilizarla durante más tiempo. Por muy cuidadoso y limpio que seas, tu mochila para portátil se ensucia con el tiempo. Especialmente si la utilizas con frecuencia para trabajar, estudiar o viajar, el polvo y la suciedad habituales son inevitables.

Si cuidas tu mochila con regularidad, no será necesario lavarla con frecuencia, pero de todos modos, una o dos veces al año tu mochila necesitará una limpieza profunda. Ten cuidado, carga la mochila correctamente para evitar que se derramen líquidos y restos de comida. Si observas cualquier tipo de suciedad o mancha, límpiala inmediatamente para que la suciedad no se adentre en el tejido.

Asegúrate de comprobar siempre las instrucciones de la etiqueta. Algunas mochilas se pueden lavar en la lavadora, otras requieren un lavado a mano, todo depende de los materiales. Aunque siempre se recomienda lavar la mochila del portátil a mano, si te resulta molesto, puedes lavarla en la lavadora. Ten en cuenta también que si tu mochila es de cuero, tiene ribetes de cuero o tiene adornos y bordados, es mejor que te quedes con el lavado a mano.

Elijas la forma que elijas, no te preocupes, te explicamos ambas.

Lavado a mano


Esto es lo que necesitarás para lavarte las manos:

  • Lavabo o bañera
  • Agua tibia
  • Detergente suave sin lejía (preferiblemente sin perfume ni aditivos)
  • Esponja o paño
  • Cepillo de cerdas suaves o un cepillo de dientes viejo
  • Toallas secas

Vaciar la mochila


Lo primero que debes hacer es vaciar la mochila. Asegúrate de quitar todos los objetos y dejar los bolsillos sin cerrar. Si hay correas, bolsillos o bolsas desmontables, quítalas y lávalas por separado.

Cepilla la suciedad y el polvo visibles


Antes de sumergirla en el agua, busca cualquier suciedad o polvo visible y, si lo encuentras, quítalo. Agita la mochila para eliminar las migas y las partículas, y luego utiliza un trapo para limpiar la suciedad más persistente. Para quitar el polvo de las costuras interiores y exteriores, puedes utilizar un accesorio de aspiración.

Si hay algún hilo suelto colgando, córtalo con unas tijeras. Comprueba especialmente las zonas de cremallera y corta todos los hilos sueltos, para que no se enganchen durante el lavado.

Trata previamente las manchas


Si observas alguna mancha, causada por la comida o las bebidas, asegúrate de tratar previamente esa zona. Aplica suavemente un poco de detergente suave mezclado con agua o algún quitamanchas con un cepillo suave o un cepillo de dientes. Déjalo reposar durante 30 minutos, pero no más, ya que pueden desteñir la mochila.

Lava la mochila con agua tibia


Llena el fregadero o la palangana con agua tibia y añade una pequeña cantidad de detergente suave. Evita utilizar agua caliente, ya que puede desteñir los colores. Antes de sumergir la mochila en el agua, asegúrate de que has comprobado las etiquetas y de que la mochila se puede empapar.

A continuación, introduce la mochila en el agua. Frota tanto el interior como el exterior con un cepillo suave o un paño, centrándose especialmente en las manchas y las zonas sucias. Utiliza un cepillo de dientes viejo para fregar las cremalleras. Una esponja puede funcionar mejor para las zonas de malla. No te excedas, deja de hacerlo cuando hayas eliminado todas las manchas. 

Aclarar a fondo


Una vez eliminadas todas las manchas, escurre el agua sucia y llena el recipiente con agua limpia y fría. Aclara bien la bolsa y escúrrela. Puede aclarar mucha agua envolviendo la bolsa en una toalla y presionándola ligeramente.

Secar al aire


La mejor manera de secar la mochila es colgarla para que se seque de forma natural. Cuélgala boca abajo y mantén las cremalleras sin cerrar. Si la dejas secar al aire libre, ayudará a que los olores se vayan. Nunca la metas en la secadora, ya que el calor puede dañar el tejido.

Asegúrate de que la mochila está completamente seca antes de usarla.

Lavado a máquina


Esto es lo que necesitará para el lavado a máquina:

  • Detergente suave sin lejía (sin fragancias ni aditivos)
  • Cepillo suave y paño o esponja
  • Bolsa para la ropa sucia
  • Toallas

Vaciar la mochila


Vacía tu mochila, asegúrate de revisar bien todos los bolsillos. Además, retire todos los bolsillos desmontables, correas, bolsas y marcos metálicos.

Cepilla la suciedad y el polvo visibles


Sacuda la mochila para eliminar todas las migas y pequeñas partículas. Cepille la suciedad y el polvo visibles con un trapo o un cepillo. Para quitar el polvo de las costuras interiores y exteriores, puede utilizar un accesorio de aspiradora.

Si hay hilos sueltos colgando, córtalos con unas tijeras. Comprueba especialmente las zonas de cremallera y corta todos los hilos sueltos.

Tratar previamente las manchas


Limpie suavemente las manchas visibles con un cepillo suave o una esponja utilizando agua tibia mezclada con un detergente suave o un quitamanchas. Déjalo reposar durante 30 minutos, pero no más, ya que pueden desteñir la bolsa.

Comprueba las instrucciones de la etiqueta para limpiar bien la mochila. Sigue estas instrucciones. Si no hay etiqueta, haz una prueba con el detergente en un lugar poco visible para evitar dañar la mochila.

Lavado a máquina


Coloca la mochila dentro de una bolsa de lavandería o una funda de almohada vieja, para que las cremalleras o las correas no se enreden ni se dañen en la lavadora. Añade una pequeña cantidad de detergente y pon el ciclo suave. Lávalo solo, no cargues la lavadora con otras prendas.

Ten en cuenta que a pesar de que la etiqueta dice que puedes lavar la mochila en la lavadora, al hacerlo, la mochila puede perder su forma. Por lo tanto, a la hora de elegir entre el lavado a mano y el lavado a máquina, opta por el lavado a mano. En este caso, no tendrás que preocuparte por dañar la mochila.

Seca al aire


La mejor manera de secar tu mochila es colgarla para que se seque de forma natural. Utiliza una toalla seca para absorber el agua y luego cuélgala boca abajo, dejando las cremalleras sin cerrar. Nunca la metas en la secadora, ya que el calor puede dañar el tejido.

Asegúrate de que la mochila está completamente seca antes de usarla.